sábado, 21 de marzo de 2009

¿Patito Feo o cisne materialísta?

Todos conocemos el programa de Patito Feo. De algún lado o la oímos nombrar o escuchamos a algún niño cantar alguna de sus canciones, o bien pasamos por la puerta del Gran Rex y vimos a la muchedumbre toda amontonada para entrar en el teatro tal como si fuese un refugio antibombas y estuviésemos en pleno ataque... Sea cual fuere el motivo, todos sabemos de su existencia y algún que otro detalle de su trama, por más o menos que nos guste (pero eso lo voy a dejar para algún otro post...).

El jueves pasado, mi profesor de Medios Audiovisuales (conocida como Medios II) comenzó a hablar del programa y del efecto que había tenido en los chicos que lo veían. El show en donde las Divinas eran las malas y las que peleaban por su reconocimiento eran las que no eran populares resultaba ser positivo ya que, finalmente, estos dos grupos tenían algo de realidad más que ficticio: en un mundo tan materialista como el nuestro, que las que ganen sean las personas que no lo son. 

Gracias a la influencia que tenía el programa en su audiencia, muchos chicos ya no tenían que sentirse avergonzados por tener aparatos, trenzas, ser de poca estatura o no contar con un cuerpo atractivo (incluso a esa edad, en la que ya vi que a muchas chicas las pueden llamar gordas, esqueletos, tablas de planchar...). Esto no sólo incluye a la audiencia infantil de colegio primario, sino a muchas seguidoras de secundario. Tal parece que había una cierta esperanza para esos chicos en la vida real de encontrar un icono, un representante que los identifique y que les diga que no deberían preocuparse.

El problema estaba por venir y el sueño, de culminar... Por temas de marketing (¿sino de qué otra índole?) comenzaron a salir a la luz las canciones de "Patito" y, junto con ellas, las de las Populares. Hubo una de las letras de sus canciones que marcó el fin de todo lo que había logrado el programa, que lamentablemente se convirtió en el hit más popular (no tengo otra palabra ahora que la describa)... 
Dice así:

"(...) Nadie pasa de esta esquina
aquí mandan las divinas
porque somos gasolina
gasolina de verdad.
(...) 
Las divinas, las divinas, brillan, brillan, como stars
fuera feas, fuera feas, para ustedes no hay lugar (...)"


¿Qué quisiste decír? Ahora las personas que te decían que la vida era hermosa siendo tal como sos te estaba diciendo que si no eras linda y atractiva no eras nadie. Para peor, dos cosas a sumar:

1) Es la canción (a mi entender) más movida y bailable del programa, con lo que atrae más;
2) por las mismas estratégias de marketing también se vende ropa (no se qué marca) para las chicas, casualmente la que usan las Divinas.

El programa venía de 10, con un mensaje honesto, de alegría y esperanza. Sumado a que se trataba de una idea nacional y no de una copia a algún programa del exterior, era un éxito en todo sentido, en la tv y en aquellos que lo miraban. Ahora el mensaje cambió totalmente. Las nenas quieren vestirse como las divinas para verse populares, consumen lo que ellas visten en el show y, además, quieren verse como la Asnicar. Una vez, las dos protagonistas (Laura Natalia Esquivel y Brenda Asnicar) fueron al programa de Mirtha Legrand y, por razones obvias, a la primera la vistieron muy linda y sin nada de maquillaje que la definía, sin aparatos ni nada que la identifique con su personaje. Muchos habrán creído "¿qué seguidor del programa mirará la mesa de la Chiqui y pensará cosas raras al ver a las protagonistas igual de hermosas?" Grave error, porque muchos chicos lograron verlas juntas e iguales, y generó una revolución en el ideal original del programa..

Por ende, ahora las chicas que siguen el programa sólo opinan lo siguiente: "Papá, a los 13 quiero tetas, muuuuucha ropa coqueta, plata y un auto. Comprame, comprame, comprame! A este ritmo, voy a ser como la Salazar a los 16".

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